martes, julio 04, 2006

Carta a Nadie

Querido Nadie:
Nadie, puedes ser cualquiera, tener un rostro que no conozco o puede que no recuerde, pero sé que existes, que alguna vez estuvimos juntos, me has dejado sola en el mar de gente que nos rodea, lleno de caras desconocida, rostros con falsas sonrisas que engañan, hieren y traicionan.
Me encuentro completamente perdida, mis ojos buscan nerviosos sin encontrar nada, mis manos juegan inquietas con el dobladillo de la ropa, pero haga lo que haga, no cambia que este perdida, sola en ese mar de gente, y aunque no lo diga, tengo miedo.
Mis ojos hacen preguntas silenciosas, que nunca serán respondidas:
¿Por qué soltaste mi mano? ¿Por qué me dejaste sola? Acaso hice algo malo. ¿Ya no me quieres? ¿Me has olvidado?
Mientras arrastro esas preguntas, avanzo vacilante, pero firmemente, puede que me hayas dejado, que tenga miedo y este sola, y no deje de buscarte, esperarte, no por ello dejare de avanzar, ni perderé mi sonrisa, a veces triste, otras alegre, forzada o simplemente robada, pero ante todo sincera, como estas palabras que ahora te dedico, a ti que existes en alguna parte, o quizás sólo en mi mundo de ensueño.
Cuando suspiro pensando en ti, o me entristezco por ello, me recuerdo que en esta soledad que me has dejad, en ese vació que sólo tu puedes llenar, no estoy del todo perdida, muchas personas se quitan las mascaras, abandonan las falsas sonrisas para iluminar mi cielo, se convierten en estrellas, luminosas estrellas que impiden que camine por las sombras, sujetan mi mano y me dan ánimos, a veces esas estrellas desaparecen y la oscuridad cae de nuevo sobre mi cielo, entonces estoy más perdida que nunca, las dudas se amontonan, muchas carecen de respuesta, algunas son preguntas y otras son respuestas a preguntas que no hice, algunas dejan heridas en mi y otras las curan.
Ante todo, únicamente yo tengo poder en mi mundo, puedo quitarlo y darlo a mi voluntad, pero a ti, mi amado Nadie, no logro arrebatarte el poder, no puedo librarme de tu hechizo, estoy completamente embrujada y no puedo dejar de buscarte entre los desconocidos, quiero ver de nuevo tu sonrisa, y verme reflejada en tus ojos, quiero que me abraces y apartes al miedo, que ocupes el sitio que te corresponde en mi mundo.
¿Cuánto más he de esperarte? ¿Cuánto más he de soñarte? ¿Cuánto más he de añorarte?
Siempre tuya.