lunes, junio 23, 2008

San Juan

Es San Juan, tu gran oportunidad de liberar a esta hada, si quieres ayudar a su liberación ingresa 1€ o más en la cuenta.... (nejor deja tu mail y yo te la hare saber...)

jueves, junio 19, 2008

Photoshopo

No es que sea una especialista con el programa este, muchas veces termino peleada con el pero, a veces hago mis cosillas, como ya habéis visto más de una vez, y aunque no tengo mucha costumbre de subir fotos, últimamente lo hago, en esta ocasión será una entrada sólo de fotos, porque lo dijo Di, bueno me lo recomendó, eso y que colgase las originales con las que había hecho yo.
Les he escrito “Corte Luminosa” porque son de la corte, y no sé quien hizo cada foto, en cualquier caso, se lo agradezco…ah son de la reunión de hadas de hace dos años.


Scheherezade ap Emisar Shide de la Corte Luminosa, Lluvia Pooka de la Corte Luminosa y Abismo Larrosa Sluagh de la Corte Luminosa que yo sepa, aunque ahora se rumorea que es un malhechor, espero que no.

Lluvia Pooka de la Corte Luminosa medio dormida.


Guardias en las almenas protegiendo el castillo de Loarre, lo que no tengo claro, es si son guardias de La Corte Luminosa, o de La Corte Sombría cortesía de Jack…

Ah!! A veces hago las fotos en papel y las uso como postal, de estas que ves ¿Usarías alguna? No importa si eliges las originales, a mi me gustan todas.



Y el ojito de Di

miércoles, junio 18, 2008

jooo

Iba a actualizar esto con fotos retocadas, pero como no me deja subirlas, pues nada...
Ehhh... no sñe que poner, estoy en la biblioteca, y voy mirando el relog de la cuenta atrás 32M 4S... que rapido pasa el tiempo, tengo la cabeza algo embotada y no dejo de dalre vueltas a lo mismo.
Ya no sé que mas poner, hoy las musas no estan conmigo, solo banalidad, y más de la que quisiera...

martes, junio 10, 2008

Cartas de amor

Cuando la gente me pregunta como me enamore de Inara, sólo puedo sonreír, todos saben que ella trabajaba en mi librería favorita, bueno aún lo hace, pero nunca me he atrevido a contarle a nadie como pasamos de ser vendedor y cliente, a tomar café como amigos y luego llego el amor.

Después de mucho tiempo buscando un libro de fotografía, fui a mi librería favorita, el único lugar en el que no había mirado. Entre los libros nuevos no había ni rastro, normal llevaba años descatalogado, la dependienta me recomendó que mirase en una estantería donde sólo había libros de segunda mano, no me hacia mucha gracia, porque soy muy mío a la hora de cuidar un libro, pero me convenció diciéndome “No pienses en que han sido de otro, si no que han viajado para encontrar a la persona adecuada.” Lo encontré, estaba en buen estado, salvo por un sello que indicaban las iniciales ya borrosas del anterior dueño. Estaba mirándolo en el ascensor cuando se cayó de entre sus hojas una nota la recogí con curiosidad y me encontré ante una carta de amor, dude si leerla, pero la curiosidad ganó.

“Hola amor:

Sé que tu tienes a otra persona, alguien especial para ti, que lo que pasa entre nosotros es sólo un juego, por llamarlo de algún modo, algo que no pasa de compartir unos instantes, todo acaba en la cama, la misma en la que yo duermo cada noche y termino buscando el calor de tu cuerpo que ya no esta.

Conservo tu camisa, gracias por dejármela aquel día, prometo devolvértela, pero quiero quedármela un poco, sólo un poco más, hasta que deje de oler a ti.

Lo siento, no puedo cambiar lo que siento, sé que dijimos que no debíamos enamorarnos el uno del otro, que era la primera regla y después la de guardarlo en secreto, nada de mandarte cartas, pero hoy tengo que hacerlo, necesito decirte que te quiero, necesito decirte que no puedo evitar pensar en ti, en lo amable que eres, para mi te has convertido en mi caballero de brillante armadura, deja que este sueño dure un poco más, porque sé que pronto te iras con ella y yo quedare en el olvido, aún así, no puedo evitar amarte.

Siempre tuya.
Inara”



Estaba anonadado, acaso no era ese el mismo nombre que tenía la chica de la librería, podría ser cualquier otra, no la imaginaba con un hombre casado, y menos vendiendo un libro con su carta, no supe que hacer con ella, así que la volví a guardar dentro del libro, seguí ojeándolo, al llegar al final, di con otra carta, esta vez algo más larga.

“Me creí tus mentiras, tus bellas palabras, tus falsos besos, las frías caricias que sentí calidas y llenas de amor, habría dado lo mismo si hubiese sido yo u otra, no quise darme cuenta, no quise dejarte marchar, en mi armario la camisa que me dejaste aquel día y te pedí conservar, aunque ya no queda en ella ni rastro de tu olor sigue trayendo tu recuerdo, pero ahora veo lo que no fui capaz de ver, y he decidido dejarte en el olvido, lo que fue y no volverá, la venda se cayó y se llevo el sabor de tus besos, el recuerdo de tu piel contra mi piel, adiós a las mentiras que salieron de tus labios. Veo a través de tu traje de príncipe alquilado, quédate con tu falsa princesa, yo no necesito a un sapo a mi lado.

Aún recuerdo aquella nota que te mande declarándote mi amor, que ciega estaba, y es que así es el falso amor, ya sé que dicen que el amor es ciego, pero cuando veo a esos abuelitos que siguen juntos a pesar del tiempo pasado, descubro que no es así, el amor es aceptación, el acerté el ciego con los defectos del otro. Aunque ¿qué sé yo del amor?

Te deseo lo mejor, no te guardo rencor, pero no me llames más para pasar una noche en mi cama, eso se acabo, el chollo se te termino, deja de robarme mi brillo de princesa, deja de herir a mi corazón con tus mentiras, ya no quiero escucharlas, eso no es amor, y no quiero ser esclava de tus falsas palabras, así que acepta esta carta y tu camisa de regreso, no me busques, no me hables de amistad cuando te metes en mi cama, si me ves en la calle limítate a saludar en la distancia, no pongas excusas tontas para volver a probar mis labios, no sujetes mi mano como si te perteneciera, porque tu eres de otra y yo no quiero ser la otra, si antes tus palabras me impidieron verlo, ahora sé que yo valgo más que eso, no dejo de ser una autentica princesa. Puede que no lleve trajes de ricas telas, ni joyas que ciegan por su brillo, pero eso es porque busco a aquel que me quiera como soy y no pretenda aprovecharse de mí.
Adiós
Inara”


La guarde con la otra, dispuesto a olvidarlas ahí dentro, pero al volver a la librería y verla, recordé cada palabra escrita, incluso los lugares por los que los dobleces partían sus palabras, sacude la cabeza alejándolas de mi mente, pero cuando fui a pagar el libro nuevo, vi un cuaderno sobre el mostrador, la misma letra redondeada, deje el libro ahí mismo y corrí a casa para regresar con el libro de fotos, dispuesto a devolverle algo que era demasiado intimo para que lo tuviese yo, no supe que decirle, y simplemente se las entregue en silencio y me fui. No fue hasta que compre otro libro que volví a ver su letra, y es que dentro me puso un marca paginas en el que había escrito: “Te invito a un café.”, y su número de teléfono.

Así empezó todo, y tras un café y luego otro y muchas otras cosas llego el amor. No soy ningún príncipe, pero me gusta incluso cuando la veo recién levantada, y espero que eso pase hasta que seamos dos abuelitos arrugados y más.