lunes, junio 12, 2006

Historias de foros

Como siempre, estoy en algún foro de roleo interpretativo, en este caso Salem, que es en plan mundo Harry Potter, pero en yankylandia, todo esto es para deciros, que ese es el ultimo sitio en el que roleo con Miri , tengo mucho cariño por este personaje, supongo que es normal por todo lo que he jugado con él, sé que enparte tiene cosas mias, es algo que no pude evitar, y encima en Salem es "ranmaniano", lo que quiere decir agua fria, Miri chica, agua caliente Miri chico, esa ambiguedad creo que le acerca un poco más a mi, pero en fins, tampoco era eso de lo que queria hablar, lo reservo para un proximo post, hablando en general de personajes y usuarios...
Lo que queria decir, es que en la historia de
Miri en Salem, mantiene una relación con Jean Loup Coubert, algo que podría ser muy bonito, porque se enamoro de Miri como chica y acepto que realmente era un hombre y que lo amaba, pero Jean loup tambien mantiene una relación con Hsi-Yen una semidriada con la empezo una relación y se unieron de forma magica o algo así, sería perfecto si ella no fuese su hija, la que nunca supo que tuvo hasta despues de beneficiarsela....pero eso en las dríadas es normal, así que se supone que no hay que darle mucha importancía... Bueno tenemos el triangulo amoroso montado, en el que ninguna de las dos sabía nada y ni se conocian, pero ahora ambas saben y no sabemos como acabara todo, porque Jean Loup insite en que aunque Miri se marche y aparte de su camino para que pueda estar Hsi-Yen la seguira porque la ama y todas esas cosas, pero pasa lo mismo con la otra, así que se supone que tenemos que aceptar ser la 1º esposa y la 2º esposa... A raíz de todo eso, se me ocurrio escribir una historia de esos tres, pero sin magía de por medio, sólo algo... bueno bastante fantasía puesto que no veo a mi nene sin ser un empata y no me gusta cambiar a los personajes de otros sin permiso, así que sólo los adacte un poco, y tras toda esta parrafada os dejo aquí el primer capitulo de una historia que por lo menos yo disfruto escribiendo.


Se dice que en la vida, sólo hay tres grandes amores, y lo difícil que es encontrarlos, pero nadie habla de lo que pasa cuando pierdes uno y tienes que elegir entre los otros dos.


Capitulo I
Reencuentros y encuentros


Era su último día en Japón, el negocio había sido cerrado, como siempre a su favor, pero eso poco importaba ahora. Dirigió sus pasos a uno de los lugares más hermosos de aquel país, a la vez que uno de los más protegidos, y ahí caminó hasta un árbol que parecía haber existido desde el principio de los tiempos de lo grande y frondoso que era. Sus dedos acariciaron el tronco, sus ojos miraron sus ramas sin verlas, pues en su mente recordaba a la mujer que había amado y enterrado bajo aquel árbol, en un susurro lleno de amor recordó su nombre antes de irse.

- Maki.

Estaba preparando un hermoso ramo de novia con una linda sonrisa y cierta pena en su rostro, pues creía que ella nunca podría llevar uno, pero eso no quitaba que se le alegrase el corazón al pensar que había encontrado a la persona amada, y así también se alegraban todas las plantas que la rodeaban, quizás por eso su floristería era una de las más visitadas.

El suave aroma de las flores del cerezo llego a ella y al levantar la cabeza de su tarea e encontró de frente con el hombre que amaba, sonreía y en sus manos sostenía una rama de cerezo, al momento salió de detrás del mostrador para fundirse en un abrazo con él, sus ojos reflejaban su profundo amor, y sus labios no tardaron en encontrarse, uniéndose en un apasionado beso.

- Te extrañe tanto. - dijo al romper el beso, pero sin soltar el abrazo.
- Y yo a ti mi niña. - fue una respuesta sincera antes de darle un suave beso en la frente.

Habrían pasado lo que quedaba del día juntos, pero él todavía no había pasado por su casa ni hecho nada que no fuese ir hasta ella desde que llego de su largo viaje, y por desgracia el trabajo le llamaba y una ducha tampoco le vendría mal, se despidieron con la promesa de verse aquella noche.

Al salir de la tienda se cruzó con otra persona, pero apenas reparo en ella, ocupado en pensar en todo lo que tendría que hacer antes de un maravilloso reencuentro.

- ¿Hsi? - llamó a su amiga al verla perdida en el infinito - ¿Hsi-Yen? - pasó la mano por delante de la cara, por si así reaccionaba.
- ¡Miri! - exclamó al volver a la realidad y ver a su amigo con aire preocupado - Llegas tarde. - su tonó era una imitación de un regaño.
- Lo siento, me entretuve leyendo cartas y no me di cuenta de la hora. - fue una respuesta rápida, cierta y con un aire avergonzado.
- No pasa nada. - le arreglo un poco el desaliñado cabello- ¿Le has visto? - preguntó deseando saber que opinaba del hombre que amaba.
- ¿A quién?

Suspiró y le sonrió con cariño, pensando en que esta vez se lo presentaría, estaba segura de que a Miri le daría igual la diferencia de edad.

- Anda desastre ayúdame con unos ramos.

A Jean Loup el día se le estaba haciendo eterno, y todavía le pedían que pasase por la noche por la emisora de radio, cuando él lo que quería era compartir la noche con su amada, hablar de lo que habían hecho el tiempo que estuvieron separados y perderse en sus caricias. Aún así sacó tiempo para escaparse y cenar con ella.

Los amigos había pasado la tarde juntos, riendo y ayudándose el uno al otro, se entendían bien y no necesitaban muchas palabras, quizás por su empatía, quizás por que se conocían bien el uno al otro.

- Me alegro mucho de que estés tan contenta, te tiene que haber pasado algo maravilloso.- había dicho Miri inocentemente.
- Es un secreto, pero si mañana vienes a desayunar conmigo te lo contaré.
- ¿Eso es por la mañana? - preguntó con aire asustado.
- Sí Miri, luego puedes volver a dormir, hazlo por mí, por favor.- pidió conociendo el habito dormilón de su amigo, aunque más que nada era por su horario nocturno.
- Esta bien, pero ya me voy o Lo se preocupara, lo hace si no llego dos horas antes como poco.
- Pero si no has comido nada. - recordó preocupada.
- No importa, seguro que Lo tampoco, cenaré con él.- sonrió a su amiga y le dio dos besos antes de marcharse.

Si hubiese cogido el ascensor, probablemente se habría encontrado de frente con la felicidad de su amiga, pero había elegido las escaleras a todo correr, porque a fin de cuentas, aquello era un primer piso.

Llamó a la puerta y le sorprendió la rapidez con la que le abrió y el hecho de que no preguntase quien era.

- ¿Qué te has olvi… - la pregunta murió en sus labios al ver al hombre que amaba con una botella de vino en las manos.
- ¿Esperabas a alguien?- preguntó levantando una ceja.

La joven cogió a Jean Loup de la camisa y tiró suavemente de ella haciéndole entrar a su casa.

- Me encanta cuando me recibes así.- dijo sonriéndola con amor mientras ella dejaba la botella en la mesa.
- Es porque quiero disfrutar cada segundo a tu lado, es muy duro tener que compartirte.- respondió mordiéndose el labio inferior avergonzada por sus palabras.

La abrazó por la cintura aspirando el suave aroma de su cabello a la vez que le decía:

- Mi niña, yo también quiero estar contigo todo lo que pueda, siempre vuelvo a ti, a tus brazos y tus besos que me reconfortan más que nada.- se sinceró con ella.

Hsi-Yen se giró sin romper el abrazo para poder mirarle a los ojos, no dijo nada, esos ojos castaños en los que se veía reflejada, le decía la veracidad de sus palabras, lo cierto de que aun en la distancia podía sentirle cerca, sin contar los detalles de aparecer por sorpresa para poder compartir aunque fuese unos segundos de su vida.

- Desayuna mañana conmigo.- le pidió decidida a presentarle de una vez a Mirage.
- Sólo si me dices a quien esperabas cuando he llegado, yo no he olvidado nada. - se notaba que estaba algo celoso y eso le robo una risa a la joven.
- A un buen amigo. - respondió jugando con él.
- ¿Qué tipo de amigo? - volvió a levantar una ceja a la espera de la respuesta.
- Uno muy especial.- sonrió con picardía.

Jean Loup la miró sin decir nada, pues si algo sabía era que los celos no eran buenos, cogió aire y lo expulsó lentamente, mientras Hsi-Yen sonreía cada vez más, antes de robarle un beso.

- No seas celoso, es como un hermanito para mí, y yo para él igual.- explicó por no torturarle más.
- No soy celoso, sólo temo perderte.
- Eso no pasará nunca.- volvió a besarle y él la correspondió.

Tras una cena agradable, se vio obligado a arrastrarse hasta el coche para ir a la emisora de radio, cuando quería permanecer al lado de su amada, pero se contentó con el hecho de que volvería en cuanto acabase la reunión con el loco pirado que le citaba casi a la hora bruja, nada más llegar fue recibido por el director en funciones y el hombre que se encargaba de dirigir uno de los programas más importantes de la cadena, justamente el que empezaba a emitirse a la hora bruja, le ofrecieron verlo desde la cabina, pero se negó, tenía cosas mejores que hacer.

Una visita rápida por todo el edificio de la emisora, que no le interesaba conocer, pero se resignó a ello, pues le estaban hablando de la fiesta benéfica a la que se vería obligado a ir. Entraron al despacho del director, es decir el suyo, a pesar de que nunca lo había pisado y sabía que lo usaba otra persona. Se sorprendió al ver a una persona acurrucada en un enorme sillón negro durmiendo con una expresión dulce en el rostro enmarcado por su largo cabello, estaba a punto de despertarla, cuando el hombre que acababan de presentarle, le empujo sin miramientos y despertó suavemente al durmiente.

- Venga levanta, te están esperando.

Se levantó frotándose los ojos con una mano y levantando sus gafas redondas en el proceso, sonrió a Jean Loup al pasar a su lado y le dio un beso en la mejilla al otro hombre, sin decir nada.

- Disculpe, es que se había mareado y le dejamos descansar aquí. - mintió mirándole con unos ojos amenazadores, que indicaban que no le gustaba nada la expresión fantasiosa que había quedado en el rostro de su jefe. - ¿No tenía prisa? - le recordó echándole sutilmente.
- J.L ven conmigo, te acompaño.- pidió el subdirector notando la tensión en el ambiente.
- ¿Quién era esa joven? - preguntó siguiéndolo sin pesar.
- Es quien presenta el programa tan popular que te dije, escúchalo de camino a casa, y no tengas en cuenta el comportamiento de Logan, es muy protector en lo referente a nuestra joven estrella.
- Lo haré, nos vemos en la fiesta, Leroy. - se estrecharon la mano amistosamente, porque más que socios eran amigos.

De regreso a casa de Hsi-Yen puso la radio, preguntándose como podía presentar un programa una adolescente a esas horas, normal que se durmiese en los rincones.
Tras un anuncio de Toyota, escucho la voz de Mirage presentado el programa más popular en el país y más escuchado a la hora bruja, la voz del locutor le hechizó por completo, como si fuesen las caricias de un amante, la naturalidad con que hablaba.

- Os pido disculpas, casi no llegamos a la hora porque me dormí en el sofá del dire.- se notaba que se sentía algo avergonzado por ello- pero no os preocupéis, el valiente Lo se ha enfrentado a Morfeo y me ha sacado del mundo onírico para que pueda cumplir con todos vosotros, pero hablando de ese maravilloso mundo que son los sueños os dejo escuchar una canción llamada así “Sueños”, es para ti Diego, déjate llevar por tus sentimientos y que la alegría fluya por ti, que el mundo es más bonito cuando estamos alegres y sonriendo.

La canción dio comienzo en cuanto la voz del locutor se apagó, Jean Loup continuaba escuchándola en su cabeza, como si el hechizo todavía durase, no podía explicarlo, pero quería volver a encontrarse a esa persona, porque ahora su voz se había grabado en su cabeza, y la imagen de cómo lo encontró durmiendo y la sonrisa inocente que le dirigió al despedirse.

Intentare que no me salgan mcuhos capitulos, pues tengo muy claro el final de todo esto, y muchas escenas y desenlaces de situaciones, a ver que me sale, espero que a los user de los otros dos personajes les guste el resultado^-^ .

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