Diablillo

Hmm... desde hace unos días que aparece sin que yo quiera un diablillo, y cuesta mucho de espantar, además es imposible olvidar que ha aparecido, me hace sentir mal, porque no me gusta lo que trae, y sin embargo cuando lo ves no parece malo, más bien gracioso, el problema es que es mi diablillo y sólo yo lo puedo ver, trayendo su ira, su rabia, sus celos y envidias, no me gustan esos sentimientos, son desagradables y al final sólo tengo ganas de llorar, quisiera decir que envidio cosas materiales, a los grandes magnates ricos que pueden permitirse tener su propia isla de los monstruos, pero no es así, no pienso en lo material ni había pensado en ello hasta que empecé escribir, envidio cosas que no pueden comprarse, tengo celos de algo que no entiendo por qué, y ya ni me paro a pensar en ello, porque me da dolor de cabeza, así que engaño al diablillo con dulces que le llenan la barriga y le dejan sin fuerzas, quiero alegrarme por las cosas buenas que pasan a los demás, a fin de cuentas siempre me gusta saber que todos están bien y son felices, así que a cebar al diablillo a llenarlo de dulces hasta que sea esponjoso y blandito.