
No sabia que era, pero no dejaba de pensar en ti.
Quería que esos ojos fríos se rindieran ante mi.
Que me amases sólo a mi.
El deseo fue mi aliado, tu quedaste atrapado.
Ahora tu bebes de mis labios, y yo bebo de los tuyos.
Estamos atrapados, nos hemos encadenado.
Por esta estraña forma que tenemos de amarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario