lunes, octubre 08, 2007

Aprendizaje

Regresó a su mazmorra, haciéndose mil preguntas sobre cómo se suponía que debía cuidarlo, entró en sus calabozos lo dejó sobre una mesa y se puso a atar bien a un ángel que se estaba soltando.

- Tenia que haberlo dejado con la bruja loca, no se como se cuida un bebe, que comen, y que he de hacer cuando llore...- decía en alto apretando las cadenas.
- Leche... los bebes humanos se alimentan de leche.- contestó el ángel

Belial le miró sorprendido y le dijo:

- Espera aquí.- algo irónico, teniendo en cuenta que estaba atado, le había roto las piernas y las alas.

Volvió con un cuaderno y le avasallo a preguntas.

- Entonces come leche, y cuando se caga, ¿qué hago?

El ángel tan puro e inocente le explicó todo cuanto necesitaba sin importar que luego Belial fuese a seguir torturándole, quizás porque había visto como uno de sus hermanos se lo entregaba y había callado, o por que el bebe tenía derecho a estar bien cuidado.

Liam fue creciendo y aprendió que no debía llorar, porque eso molestaba a su padre, aun así, sus lágrimas se escapaban cuando veía sufrir a los torturados, por lo que Belial creó una habitación para que estuviese él, la insonoro y puso mil comodidades, lo dejaba hay, y se marchaba a seguir con su oficio, cuando no, lo entrenaba para lo que pudiese pasar, criado entre los calabozos y el bosque podía haber sido un gran demonio, pero tenía demasiado buenos sentimientos y la primera vez que mato a alguien, su padre supo que no estaba hecho para ello.

Tendría unos 5 ó 6 añitos, lo había dejado en el bosque recogiendo plantas, cuando un s hombre le ataco, automáticamente las plantas reaccionaron como cuando era un bebe y lo estrangularon ante él, lloro por su muerte, y tuvo pesadillas con ello varias noches, Belial se metía con él en la cama y lo acunaba, le susurraba al oído que no era su culpa era la ley de supervivencia, si no habría sido él.

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