Sueños
No había retratos, no había recuerdos de ella a su alrededor, él mismo lo destruyó todo, pero a veces su imagen le visitaba en sueños, recuerdos de su infancia algunos le hacían sentir una calidez que no podía explicar, y otros le hacían sentir punzadas en el pecho, un dolor que echaba a un lado incapaz de comprender porque le dolía cuando ella lloraba, pero todos los sueños acaban siempre igual, con la ultima vez que la vio, cuando tuvo la oportunidad de decidir que camino escoger y eligió el camino de la sangre y la oscuridad para alimentarse.
Estaba frente a ella, sólo tenía que levantar el brazo para acariciar su pelo y no tenía que dar ni un paso para besarla como en el pasado, pero cada vez que sus labios iban a tocarse, ella desaparecía como arena llevada por el viento que a la vez le traía la voz de ese odioso primo lleno de buenas intenciones diciéndole "Aunque mojes tus manos para atrapar la arena, tarde o temprano se secara y el viento se la llevara con él, dejándote pequeños granos molestos de recuerdo."
Al despertar quisiera maldecirla, buscarla y decirle que ella no era nadie, no tenía ningún poder sobre él quien hacía sus propias reglas, pero era imposible, porque esas mismas manos que ansiaban tocarla, acariciarla una vez más eran las responsables de su muerte, así que si a lo largo del día su humor no mejoraba, terminaba haciendo el largo camino para ver a su primo y descargar su rabia en él.
Irvin & Kitsuneko |
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