viernes, diciembre 03, 2004

Cautiva by S.Z

PuhEra se una vez hace mucho tiempo en un lugar que aun se encuentra en las historias de la gente, una niña que vivía con su padre, este estaba muy enfermo del corazón desde el día en que su madre murió, y apenas se preocupaba de nada, un anoche un hombre se presento ante él, y le ofreció un liquido que le haría olvidarse de todo el dolor a cambio de que le dejase llevarse a su hija, con la promesa de que le daría el pago y lo mejor para ella.
Esa misma noche la niña fue llevada a un castillo en tierras lejanas de las que nunca había oído hablar, pero el hombre fue muy bueno con ella, compro vestidos hermosos, y todo cuanto pudiese desear, pero en las noches todo era distinto, el hombre resulto ser un brujo, y cuando la oscuridad se apoderaba de la tierra también lo hacía de su corazón, haciéndole hacer cosas horribles. Por miedo a que la niña escapase lanzo un hechizo sobre el castillo que la impedía salir.
Pasaba los días mirando por la ventana el mundo que no se le permitía conocer, se le ocurrió escribir en un hoja sus pensamientos y hacer un avión con el, para mandarlo a lo lejos, su sorpresa vino cuando el fueron contestados de la misma forma, así hizo un amigo y cada día dejaba volar sus pensamientos para recibir los del otro con gran ilusión, después de mucho tiempo su amigo le escribió.
“Voy a ser fuerte como los príncipes de los cuentos, esta noche te salvare del brujo.”
Esa noche intentaron romper el hechizo, peor el brujo los pillo y encerró también al chico en el castillo haciéndoles pagar con dolor y lágrimas. Pero no les importo porque estaban juntos.
Los días pasaban y ya no era tan horrible, ahora que podían darse consuelo el uno al otro, más que palabras en papel.
Una noche el brujo se oculto en las sombras del cuarto, viendo como dormían abrazados, la envidia se apodero de él, y su ira inundo el lugar, los despertó y separo comenzando a golpear al joven, que se esforzaba en mantenerse de pie delante de ella para que no pudiese herirla, la niña horrorizada ante la escena se tiro de rodillas delante del brujo y le pidió que liberase a su amigo, pues lo quería demasiado, el brujo ceso en sus golpes y la tomo del brazo bruscamente arrastrándola a sus aposentos y encerrándose con ella, hasta el amanecer.
Al otro lado de la puerta el joven la golpeaba, presa del dolor y la impotencia que le producía el escuchar los gritos de su amiga, así que cuando al amanecer el brujo salio y le permitió entrar sólo pudo llorar y acunarla entre los brazos al ver su cuerpo lleno de heridas, parecía una muñeca rota, peor aun así le sonrió y le dijo que se fuese, que era libre. Se negó a dejarla allí, pero el brujo lo echo de su reino, desterrándolo para siempre de allí, sin saber que con el llevaba las palabras de la joven, para contar la historia al mundo y así lograr liberarla de sus garras.
Pero tardo mucho tiempo en lograr escapar y ahora se oculta de él, conservando en su cuerpo las heridas que le hizo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hey, it's me, Bill. Linda historia, un precioso cuento de hadas con un toque mucho más cruel, mucho más apasionado, mucho más dulce y con un final algo triste... pero ¿cómo no habría de gustarme?
Muchos besos y abrazos, que estés bien, Puh <3