domingo, septiembre 18, 2005

¡¡¡El show de Wolf!!!

Capítulo I
Propiedad de Wolf

Viernes noche, en una ciudad que nunca duerme, donde los jóvenes y no tan jóvenes salen a divertirse y a disfrutar de la vida.

En uno de los sitios a los que la gente suele ir, empezaba a trabajar un nuevo camarero, que como todas las personas tenia sus secretos.

La gente esperaba impaciente a que empezase el espectáculo, cuando al fin subió un hombre al escenario, de pelo negro azabache sujeto en una coleta alta, el flequillo cubría sus ojos y aunque lo hubiese apartado, las gafas de sol tampoco habrían permitido que se vieran, una camisa rojo carmesí por fuera y las mangas remangadas, permitiendo ver parte de sus brazos color café, una corbata negra con una calavera de bandera pirata bordada en la punta, unos pantalones negros, pero nadie se fijo en eso, quizás porque no podían apartar la vista de las pistolas que llevaba como si fuese un policía de las películas antiguas.

- Damas y caballeros, para los que no lo sepan, si hay alguna persona demasiado, que demonios, si alguno de los presentes tiene un mínimo de sensibilidad, se le recomienda salir del local- paro un momento y observo que nadie hacia ni el amago de levantarse –han sido avisados, cada uno de ustedes será responsable de si mismo. Con todos ustedes El show de Wolf.

De entre bastidores salio una mujer de largos cabellos rubios, los labios pintados con un carmín rojo fuego del infierno, un vestido de noche negro que dejaba ver lo justo para que la imaginación no tuviese que forzarse, su piel era pálida, sin resultar enfermiza.

Sin saludar al público ni nada dijo:

- Será posible, señora, sí, sí no mire para otro lado que es a usted, me puede explicar que hace con un traje que parece de sevillanas de color rojo pasión con los lunares verde fosforito, no se esconda detrás de la carta, que se la ve perfectamente.

Wolf bajo del escenario y sin dudar se puso al lado de la mujer del vestido cantoso.

- Vamos a ver, ¿cómo se llama el espectáculo?

- El show de Wolf.- respondió a gritos el resto del público

- Exacto, y Wolf soy yo, por lo tanto la única que tiene que llamar la atención soy yo, es mi momento, como el momento “Allbran” pero sin visita al Sr.: Roca, por esta vez se lo voy a pasar, pero como venga otra vez e insista en robarme la atención, le aseguro que la echo. – Se giro y dijo- Tamy la cámara.- la camarera no tardo en pasársela aunque en el proceso rompió unos cuantos vasos- Tamy muchas gracias, como se nota que no te contrataron por tus habilidades.- volvió a dirigirse a la mujer del publico- Sonría este es un momento Polaroid- y sin más la cegó con el flash- Bueno para que vea que me he quedado con su cara, voy a colgar está foto en el tablón y más vale que la situación de hoy no se vuelva a repetir.

Pego la foto en el tablón con una chincheta y volvió a subir a su escenario, con la cabeza bien alta.

Desde el escenario continuo con aquel extraño espectáculo provocando las risas entre el publico, sin dejar de prestar atención al camarero nuevo, pues era su amigo y había comenzado a trabajar allí por su recomendación, cuando vio que uno de los clientes se pasaba con él, sin dudar decidió que se vengaría a su manera, en el momento en que su amigo fue a la barra por las bebidas dijo:

- ¡¡¡Mike!!! Foco a la mesa número 3.

Al momento un foco alumbraba al hombre, pillándole en una situación comprometida.

- Me puede decir que esta haciendo.

El hombre rápidamente saco el dedo de su nariz.

- Yo...

- Nada de “yo” usted se esta sacando los mocos, no niego que casi todo el mundo lo haga, pero es una guarrada, haga el favor de volver a meterse ese asqueroso moco en su nariz. Y ya que estoy os voy a dejar unas cosas claras, habéis visto al nuevo camarero, ese tan mono, se llama Cris.

Al escuchar su nombre, el mencionado no tardo en esconderse agachado detrás de la barra, donde nadie pudiese verlo.

-Cris, puedes venir un momento por favor- dijo la rubia subiendo otra vez al escenario.

Desde su escondite el chico negaba con la cabeza, hasta que su preciado jefe, el hombre que había presentado le ordeno.

-Sube.

-No quiero, me da vergüenza, además me paga por servir copas no por hacer el ridículo.

-Te lo diré de una forma más educada- repitió poniendo más énfasis en la última palabra.- De debajo de la barra saco una recortada la cargo y apuntando a la cabeza del chico- Tú decides, subes o disparo.

Sin necesidad de otro incentivo con el miedo en el cuerpo, y el corazón en un puño, el joven salio de su escondite y se dirigió al escenario sintiendo como todo el publico le miraba, algo inevitable si un foco no deja de alumbrarte.

- Fíjense bien en él, en su pelo naranjita como una zanahoria, en las pecas que tiene sobre la nariz, en esa manera tan graciosa que tiene de ruborizarse por cualquier cosa.- comentaba Wolf desde el escenario alegremente.

-Está me la pagas Wolf, no pienso perdonarte durante el resto de tu vida, porque seguro te mueres antes- pensaba el chico mientras pasaba el mal trago- y que sepas que tu jefe esta loco, dónde me has ido a meter...

Para rematar la situación, su amiga le hizo darse la vuelta, para que el público pudiese ver...

- Han visto que culillo tiene mi niño, pues que os quede bien claro es MI niño.

Los ojos de Wolf vieron el cartel de estropeado que colgaba sobre el baño de hombres, desde a saber cuando y de nuevo bajo del escenario para descolgarlo, le quito un poco el polvo, y con una sonrisa perversa le pidió al jefe

- Mister me deja un rotulador.

Nada mas tenerlo escribió con letras bien grandes “Propiedad de Wolf” y colgó el cartel en el cuello de su amigo.

- Para que no haya lugar a dudas, saber que sólo servirá a las mujeres, los hombres ya tenéis a Tamy, así que darle buenas propinas a mi niño, y como vea que alguna se propasa con él, rodaran cabezas. Y ni se os pase por la cabeza pervertirlo que para eso ya estoy yo.

Desde aquel momento Cris supo que no tendría escapatoria, no sólo trabajaban juntos sino que compartían el piso.

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