domingo, marzo 25, 2007

Aullidos 4

~* Capitulo IV: Traición *~

Hoy será luna llena, James quiere hablar con nosotros, quiere decirle a Lilit que soy un licántropo, por eso quiere que nos reunamos todos para saber nuestra opinión, no sé porque nos la pide, sé que ya se lo ha dicho, lo noto, ella me trata casi como siempre, ahora hay cierta lastima en su mirada, no lo soporto, odio que me miren de esa forma. me toca buscar a Sirius, primero pienso que estará ligando con alguna chica, pero para mi sorpresa esta en el aula de pociones molestando a Snape, aprieto lo puños, y le digo que venga conmigo que James nos espera, mientras me reprocho el haber dejado que lo molestasen por tanto tiempo, y el haberle dado la espalda, extraño la sensación de dormirme con él acurrucado sobre mi pelaje, no sé como explicarlo, pero puedo recordar más cosas de las que hice con él, que las que hago con mis amigos.

Nos cruzamos con Malfoy al irnos, me molesta, sé porque va con Snape, más de una vez le he visto enrollarse con distintos chicos y chicas, no hace diferencia ese Don. Juan, para luego correr a él, para estrujarlo y tratarlo como si fuese un cachorrito del que se ha encaprichado, no lo soporto, pero no puedo decir nada, a fin de cuentas yo le abandone.

Ya es la hora, me quito la ropa para no romperla, y espero a mi transformación, escucho unos pasos que se acercan por el túnel, me extraña que Sirius o James vengan antes de tiempo, pero entonces le veo, lleva los colores de Slytherin, y sus ojos me observan primero incrédulos y después conocedores de la verdad, me exigen una explicación. en cierto modo quiero dársela, pero entonces siento que me transformo, es distinto a cuando lo hago siempre, siento una agresividad y un deseo que antes no tenía, aunque quizás sí, y he estado negándolo hasta ahora.

Como lobo me acerco a él, le huelo, huele como siempre, y voy a lamerle el rostro cuando huelo otro aroma en él, es el olor de Malfoy, esta por todo su ser, quiero quitarle ese olor, quiero que sea de nuevo sólo mío, le araño la túnica, y casi toda la ropa, sin importarme que también araño su piel cetrina, una piel suave y que antes nunca me había atrevido a tocar por miedo a romper, pero quiero quitarle ese olor, me deja hacer, pero entonces le arranco de un zarpazo la bufanda dejando mis garras marcadas en su cuello, y en su torso, no me importa, no le voy a dejar salir de ahí, no dejare que se vaya con nadie. No sé que le pasa, de golpe empieza a forcejear, intenta huir pero no le dejo, ahora es mío y salto sobre él como si fuese un simple conejito, un gatito atrapado en mis garras, le muerdo, no se porque lo hago, pero le muerdo, como si con ello entendiese que es mío, se queda quietó, casi inerte, por un momento creo que lo he matado, pero siento su respiración, incluso cuando le lamo la herida, pruebo las lágrimas que esta derramando, alguien se acerca, me giro para atacarle, no dejare que se lo lleve, es mío, pero entonces un destello, me golpeo contra la pared y pierdo la conciencia unos segundos, cuando despierto, sólo quedan sus ropas y salgo al bosque enloquecido, aullando a la luna, y enfrentándome a todo cuanto encuentro, le quiero de vuelta.

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