domingo, marzo 25, 2007

Aullidos 5

~* Capitulo V: Dolor *~

Despierto en mi cuarto, los gritos de Sirius y James llenan la habitación.

- Sirius tienes que entenderlo, él podría haber acabado en Azkaban si llega a pasarle algo peor a Snape.
- No habría dejado que eso pasara. - Lo dice como si tuviese el poder de evitarlo. - Además así ese imbécil nos dejara en paz.. - Como si sus palabras lo arreglasen todo, no sabe lo que me ha quitado.

Sólo de escucharle me dan ganas de golpearle, en su lugar me hecho a llorar mientras cierro tan fuerte las manos que me clavo las uñas hasta que mis palmas sangran, pero ese dolor no es nada, el recordar mi traición duele más, todavía siento el sabor de su sangre en mi boca, su cuerpo bajo el mío, lo extrañó, y no puedo más que desear que todo esto sea una horrible pesadilla, pero es demasiado doloroso como para no ser real.

Nadie se da cuenta de que estoy despierto, demasiado ocupados en discutir entre ellos, no me importa, estoy acostumbrado, así puedo llorar cuanto quiera, no tendré que fingir una alegría que no siento, ni sonreírles, cuando lo que quiero es golpearles.

Peter entra jadeando, su cabello revuelto, tiene algo escondido dentro de la túnica, eso o esta embarazado algo que es imposible, así que será lo primero.

- Dumbledore a dicho que quiere hablar con Remus cuando se encuentre mejor. - Anuncia antes de salir corriendo a algún lugar, le envidio, ahora cualquier sitio me parece mejor que nuestro cuarto de siempre.

Me limpio el rostro con las sabanas, antes de levantarme y vestirme, por costumbre hago que todo va bien, no demuestro que he llorado, me apetece ducharme, siento que apesto a licántropo, no pierdo el tiempo con la ducha, simplemente quiero ir cuanto antes a que me expulsen y acabar con todo de una vez.

- He escuchado a Peter, será mejor que vaya solo. - Les digo, no quiero su compañía, ellos tiene la culpa, grita mi parte de lobo como si fuera un animal encerrado en una jaula.
- Iremos contigo. - Dice James poniendo una mano sobre mi hombro, como si quisiera darme fuerzas con ello.
- Si te expulsan nos iremos contigo. - Sentencia Sirius, me parece algo muy bonito, aunque mi parte de lobo sigue gruñendo porque me dejen, sigue culpándoles porque siente que la han encerrado, alejando a Snape.

Sonrío y les indico que vayamos, las cosas no iban a cambiar porque llorase les golpease o les echase la culpa.

Subimos juntos, sujetándonos de las manos, como si fuésemos de excursión, Dumbledore nos espera, a primera vista parece tener el aspecto de siempre, pero si le conoces bien, puedes ver que tiene un aire abatido.

- ¿Un caramelito? - Ofrece con una de sus sonrisas.

Negamos con la cabeza y esperamos de pie, estoy seguro de que seguirán malas noticias, no me importa mientras sean sólo para mí, necesito saber si el sabor a sangre que siento en la boca es realmente de Snape.

- Lo que ocurrió ayer, no puede volver a pasar, un estudiante podría haber muerto, por ello mejoraremos las medidas de seguridad, tanto por ti, como por el resto de estudiantes. - Su voz suena firme, muy segura de lo que esta diciendo, le escucho sin interrumpir, no entiendo a donde quiere llegar. - A partir de ahora, James y Sirius estarán encargados de tu vigilancia durante las noches de luna llena.

Sus palabras nos sorprenden a todos, pero noto que las manos de mis amigos se relajan y dejan de apretar las mías.

- ¿Qué pasa con Snape?- Pregunta James adelantándose a mi deseo de hacerlo.
- No dirá nada. - Nos hace saber, siento que si no lo dice es porque se lo han prohibido y lo considero injusto.- En estos momentos esta recuperándose en la enfermería, no ha tenido ninguna herida grave. - Termina dándose la vuelta, me da la sensación de que esta mintiendo.
- ¿Le mordí? - Pregunto directamente, necesito confirmar mis sospechas.
- No. - Responde enseguida, sin molestarse en pensarlo. - Debéis iros o llegareis tarde al entrenamiento, además Remus deberías estar vigilando.- Dice guiñándonos un ojo antes de acompañarnos a la puerta.

Aunque se comporta como siempre, me da la sensación de que quiere librarse de nosotros.

Aprovecho que ellos van a entrenar y que se supone que he de vigilar los pasillos para ir a la enfermería, necesito hablar con Snape, no sólo quiero pedirle disculpas, he de aclarar muchas cosas con él, me parece lo más justo.

Antes de que pueda abrir la puerta para entrar alguien sale y casi choca conmigo, me sorprende el ver a Peter, esta sonriendo y tiene la cara colorada, cruzamos miradas que ocultan un acuerdo tácito, ninguno dirá nada sobre este encuentro.

Veo a Snape en la cama, tiene en las manos una bufanda de su casa, a mi mente viene un recuerdo de que llevaba una cuando le ataque, recuerdo que se la arranque.

- Quiero hablar contigo. - Le hago saber mientras me acerco, el ambiente parece más tenso, pero no doy mi brazo a torcer, aun cuando me mira con un rostro frío, como una mascara pétrea, que sólo me permite distinguir una mirada acusadora que se clava en mi como cuchillas, parece que me odie y lo entiendo.
- ¿Cómo te atreves? - Empieza a decirme, sin dejar de mirarme, como si escupiese las palabras. - Después de lo que me has hecho.- Me da la sensación de que va a decir algo más, pero me mira apretando tanto los labios que apenas se ve una fina línea.
- Severus yo... - No sé muy bien que decirle, siento que todo se desvanece a mi alrededor, pero entonces una voz firme hace que todo vuelva su sitio.
- Déjale solo, no es el momento.- Reconozco la voz, es el jefe de casa de Slytherin y el profesor de pociones y defensa contra las artes oscuras, siempre me ha parecido que tiene una voz capaz de engatusar al mismo diablo, coloca una mano sobre mi hombro y me acompaña hasta la puerta.
- Dale tiempo, aún es pronto. - Dice para calmarme, le miro y asiento, mientras me pregunto cuanto años y cuantas cosas deberán pasar para que me perdone.

En el pasillo me cruzo con Malfoy me mira con el mayor de los desprecios, y me dice una palabra que me destroza por dentro.

- Licántropo.

Me vasta oírla para salir corriendo por los pasillos, corro sin rumbo, las lágrimas me ciegan, las lágrimas que desaparecieron cuando conocí a Severus, cuando permaneció a mi lado, y ahora que le he perdido, ellas han vuelto. Me choco con alguien y murmuro una disculpa antes de seguir corriendo, pero me coge del brazo y tira de mí, me encuentro de frente con Sirius.

- Te estaba buscando.- Habla limpiándome la cara con los dedos.
- Deja me ir. - Imploro deseando estar solo.
- No lo haré, no lo haré sin saber porque lloras.
- No tiene importancia.
- No mientas. no quiero que llores más a escondidas - Me abraza contra su pecho - yo te amo.

Su confesión me coge desprevenido, siempre pensé que amaba a James, no a mí, pero el saber que alguien es capaz de amarme sabiendo el monstruo que se oculta en mi, me hace sonreír, dejo que me bese y que me abrace y le correspondo, yo también le quiero, no es el mismo amor que sentía por Severus, no le amo.

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