
Su expresión se torno a una de preocupación y escapo entre la maraña de gente dejado que su bufanda se perdiera por el viento, pero aquello no importaba, no importaba nada hasta que le encontrase a él...
Tras haber recorrido cada parte del pueblo sólo quedaba uno, sería posible que estubise allí, se preguntaba. Así fue, escondido en aquella casa en ruinas a la que la gente preferia no acercarse estaba su rosa azul, tenía lágrimas en la cara, y sus labios estaban cortados por el frió.
- No llores. - le dijo limpiandole las lágrimas con la yema de los dedos.
- No estabas, y había mucha gente... - le decía con voz entrecortada como un niño cuando se pierde.
- Shh... - le abrazo y levantó en brazos - ya paso, ya paso, estoy aquí. Yo tambien me asuste cuando no te vi.- le decía acariciandole la espalda para calmarlo.
Le separó un poco para mirarle a la cara y no pudo más que sonreir cuando este hizo lo mismo.
- Mi pequeña flor.- pensaba para él.
Volvieron al colegio en silencio, entre ellos no hacía falta palabras, pero cuando lo dejo sobre el suelo y le dijo costosazamente, pero firmemente:
- Ve a tu habitación.
El chico se abrazo a él y escondió su rostro en el pecho de este diciendole:
- No quiero, yo sólo quiero estar contigo.
Con cierto aire de resignacion lo tomo en brazos otra vez y lo llevo a su habitación, durmieron juntos abrazados el uno al otro, pero antes del amanecer,de que nadie despertase Nott cargo a su amigo en brazos y lo llevo hasta su cuarto en silencio dejandolo con cuidado sobre la cama para darle un beso en la frente y marcharse de allí, sin saber que alguien le había visto aunque solo la espalda, pero eso bastaba para despertar la curiosidad del joven, porque a sus ojos Nott era el amante de su amigo.
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